lunes, 21 de abril de 2014

La equilibrista Vlapislav

Se encuentra en la Rambla de Barcelona con el personaje de “La Equilibrista”,  con el arte de mantener un equilibrio. El  equilibrio de la vida misma.



Vlapislav es una chica que anduvo siempre en bicicleta. Era su medio de transporte desde muy chiquita. Primero, conoció la bicicleta por que la llevaban allí a todos los sitios; y luego ella comenzó a probar andar por sus propios medios. Mientras aprendía iba a casa de su amiga a jugar y en cinco minutos arribaba en bicicleta. Comenzó a ir a la escuela también en bicicleta. Hasta a sus clases de gimnasia artística usaba su bici.
Pero para andar entre autos, camiones, colectivos, motos... Había que tener mucho cuidado. Primero comenzó a realizar tramos pequeños y por lugares muy tranquilos, mientras su madre le permitía. Luego, cuando empezó a realizar distancias más grandes, lo hacía acompañada de sus hermanas. Hasta que se largo sola teniendo en cuenta cada una de las indicaciones que su madre y sus hermanas le decían.
Vlapislav era muy viajera, así llegó a una ciudad muy antigua donde se encontró en un barrio neogotico: llamado Barrio Gótico.Un día se encontró en las callecitas del barrio con un pintor, que vendía sus cuadros a todo aquel que pasara caminando.  Se pusieron a conversar y él le dijo algunas cositas al respecto de la bici que llevaba en sus manos. Desde la mirada como ciclista te voy a decir:  - Que…. andar en bicicleta es como conducir un coche y aun mucho más que eso. Es pensar es que estas conduciendo un coche, conduciendo un vehículo mucho más pequeño, simple, saludable, económico y ecológico. Las señas del transito para la bici, en su mayoría también les son para el coche, mientras comparten el mismo terreno. Claro, y aquí empiezan las diferencias por que no es lo mismo que un coche. La bicicleta puede ir por otros lugares, su velocidad es más lenta. Cuando uno anda en bicicleta no tiene tanta protección, uno es más vulnerable que el coche; por eso también el ciclista tiene que estar muy atento.

Vlapislav, siguió andando en bici sin olvidar al pintor. Un día comenzó a hacer circo y donde practicaba tuvo que realizar un número para un espectáculo. Cada día se volvía a su casa sin saber que hacer. Sentada frente a su bicicleta, descansando, miraba las ruedas y pensó en su mejor compañía. Continuo su practica ahora con su propio transporte. Su número lo realizo en un circo callejero y ese día era tanto el sol que se reflejaba sobre su vestidito blanco y su bici blanca, que éstas quedaron teñidas de toda la luz del sol. Antes de finalizar su  espectáculo se subió detrás en el portaequipaje y poco a poco se acomodó de tal manera que logró quedarse en un magnifico equilibrio.


Un otro mundo Amarillo es posible...